Tal como asevera Vicente Huidobro en su poema “Los cuatro puntos cardinales” los cuatro puntos cardinales son tres el sur y el norte, Este sur es para cada uno de nuestros expositores, el motivo por el cual logran desarrollar emociones estéticas, a través de colinas, cielos, arboles, ríos, llanuras, montañas, mar, edificios, que se han elegido, se han seleccionado para complementar al sujeto mientras que la luz y la composición transmiten el ambiente, el mensaje y el trasfondo de las obras. Todo este conjunto de elementos crea un sentido unitario y trascendente, donándonos la hermandad de ambos países, en un diálogo fraterno, destacando y fortaleciendo la riqueza artística cultural de cada uno de ellos.
En este mundo globalizado, cuna de intereses dispersos ¿Qué vivenciamos en esta experiencia, a la vez sensible e intelectual, que nos parece necesario, imprescindible compartir? Creemos que una de las posibles respuestas es que toda obra de arte no existe sin la mirada de un público. La obra de arte supone compartir la mirada del artista con la de los espectadores, produciéndose así, una transmisión, creación, aprendizaje, reflexión, y crecimiento personal. De esta manera cada día nos vamos reinventando y desarrollando, para cooperar a un óptimo despliegue integral del ser humano, que nos distingue como sociedad y que nos permitirá, finalmente, reconocernos en un pasado común, y que, al mismo tiempo, nos unirá y diferenciará, proyectándonos en una identidad colectiva reconocible, a nivel espiritual y material.
Gloria Valera Betancur
Directora de extensión artística y cultural
Universidad Católica de la Santísima Concepción.